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Despierto, en la verdadera luz, una gloria iluminada que inclina a mi logia, son las partes de mi noria, que inconclusa me soportan, a cada llanto, a cada risa, hay esperanza de una vida, un significante en signo, una imagen de lo abstracto a lo concreto, realista me acepto, y doy tinta a los hechos, desahogo versos, cataratas que forman ecos, repetitivos en palabras y lienzos, afronta la fisionomía del eterno sufrir, ¿para que vivir?, dirás a veces, y a veces constaras, lo contrario a lo pensativo muchos dirían inductivo, para mi solo es destino, mi niña, me inspira a cada paso, a cada letra, escrita adornada con partes humanas, partes tan caras, tan hermosas, como el mismo infierno sin almas, para dar a par mi felicidad te doy las gracias.